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Carmen Domingo

Una de "mártires y beatos" de la guerra civil

Beatificarán a mártires de la guerra civil española y de la Guerra Cristera
A la vez, se conoció que Juan Pablo II criticó al gobierno español por ampliar la ley de aborto y autorizar matrimonios homosexuales

Otros 64 mártires de la guerra civil que enfrentó a los españoles entre 1936-1939 serán beatificados, después de que el papa Juan Pablo II aprobara hoy en el Vaticano los decretos sobre sus martirios, paso que permitirá su elevación a la gloria de los altares.

Los futuros beatos son catorce carmelitas descalzos, encabezados, por el sacerdote Lucas de San José (cuyo nombre de pila era José Tristany Pujol), y 44 Hermanos de las Escuelas Cristianas, encabezados por Leonardo José (cuyo nombre de pila fue José María Aragonés Mateu.

También serán proclamados beatos la superiora de las Hermanas Carmelitas de la Caridad, Apolonia del Santísimo Sacramento Lizarraga y Ochoa; las monjas carmelitas misioneras Esperanza de la Cruz, María del Refugio del Santo Angel, Daniela de San Bernabé y Gabriela de San Juan de la Cruzo, y el seminarista catalán José Casas Ros, asesinado con veinte años.

El Papa también aprobó hoy que sea beatificado el marista Plácido Fabrega Juliá, conocido como fray Bernardo, asesinado en la localidad de Barruelo en 1934, en los años en que comenzó la persecución religiosa en España.

Juan Pablo II también aprobó hoy un milagro por la intercesión del Siervo de Dios Pedro Tarres y Claret, que abre las puertas a la beatificación de este español que vivió en la primera mitad del siglo XX.

Críticas

El papa Juan Pablo II recibió ayer en el Vaticano al presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y le reprochó diversas iniciativas que está tomando su gobierno. Las medidas que despertaron la preocupación del sumo pontífice están relacionadas con la intención del gobierno español de autorizar los matrimonios homosexuales, ampliar la ley del aborto y revisar el tema de la educación religiosa en las escuelas públicas.

Esta es la segunda vez que Juan Pablo II presenta su queja a España. Ya lo había hecho la semana pasada a través del embajador español ante el Vaticano. En dicha ocasión, el Papa sostuvo que “los responsables políticos tienen la obligación de defender la vida, sobre todo la de los más débiles”.
Asimismo, Juan Pablo expresó ayer a Zapatero la voluntad del pontificado de colaborar por “la gran causa de la paz” contra el terrorismo y la violencia en todas sus formas.

La audiencia que se prolongó por el lapso de quince minutos tuvo lugar en la Biblioteca privada del pontífice. Luego, Juan Pablo II pronunció un discurso en español en presencia del resto de la comitiva española de la que formaba parte el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

Tras la visita a la Santa Sede, la primera que realiza el mandatario español, Zapatero señaló que la audiencia fue “muy cordial y entrañable”, a la vez que indicó haber manifestado a Juan Pablo su intención de mantener una relación abierta con la Iglesia Católica española y con la Santa Sede. En el encuentro también discutieron acerca del futuro de la Unión Europea y la situación en Medio Oriente. De todas maneras, el jefe de gobierno español aseguró que en ningún momento trataron la cuestión iraquí durante la audiencia. Tras el encuentro con el Papa, Zapatero mantuvo una reunión con el “número dos” del Vaticano, quien se lamentó de que la nueva Constitución europea no haga referencia alguna a las raíces cristianas del Viejo Continente.

Cristeros

Trece mártires, doce mexicanos y uno español, asesinados durante la "Guerra Cristera" en México entre 1926 y 1929, serán beatificados después de que el Papa aprobara hoy en el Vaticano los decretos sobre sus martirios.

Se trata del sacerdote mexicano José Trinidad Rangel Montaño, nacido en Dolores Hidalgo en 1887, el misionero claretiano español Andrés Sola Molist, nacido en Taradell en 1895, y el laico Leonardo Pérez Larios, nacido en Lagos Moreno en 1883 y asesinado "por odio a la fe" el 25 de abril de 1927 en Rancho de San Joaquín.

Los otros son el sacerdote Dario Acosta Zurita, nacido en Naolinco en 1908 y asesinado en Veracruz en 1931 tres meses después de su ordenación sacerdotal; el laico Anacleto González Flores nacido en 1888 en Tepatitlán (Jalisco) y asesinado en 1927 en Guadalajara junto a otros siete laicos, y el también laico José Sánchez del Río, nacido en 1913 en Sahuayo y asesinado en 1928.

Anacleto González Flores era abogado. De los otros siete laicos, tres pertenecieron a la Acción Católica de la Juventud Mexicana. José Sánchez del Río fue asesinado con sólo quince años de edad, cuando visitaba la tumba de Anacleto González Flores.

El Vaticano precisó hoy que todos los mártires fueron asesinados "por odio a la fe" durante los años de la persecución religiosa en México y que todo eran "cristianos activamente comprometidos con la defensa de la libertad religiosa y de la Iglesia.

La Guerra Cristera fue un conflicto armado entre 1926 y 1929 entre partidarios y miembros de la Iglesia Católica y el entonces gobierno de México, por disconformidad de los religiosos con la aplicación de los preceptos constitucionales relativos a materia eclesiástica.

El Vaticano también reconoció hoy las virtudes heroicas, primer paso hacia los altares, de la monja mexicana Julia de las Espinas del Sagrado Corazón, cuyo nombre de pila fue Julia Navarrete Guerrero.

Esta monja nació en 1881 en Oaxaca y murió en 1974 en Toluca. Es la fundadora de las Religiosas Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María.
No se descarta que los trece mártires sean proclamados beatos en Guadalajara (México) si el papa Juan Pablo II viaja a esta ciudad en octubre próximo para la clausura del Congreso Eucarístico Internacional, al que ha sido invitado

1 comentario

Federico tellez leal -

Entre amistades me comentarón que a ésta se le puede pedir interseción ante Dios y su nombre es : Reverenda Madre Julia Navarrete y Gerrero