Recordáis aquello de... ¿si no sabes torear pa qué te metes?
Sí, sí, habéis leído bien, y es que la frase me viene muy al pelo con estas controversias de medio pelo que se originan en la prensa.
Hace unos días Haro Tecglen publicaba en su columna de El País un artículo en el que hablaba de la muerte de la Shiavo, si la dejan morir de hambre o no, si interviene más o menos Bush... y, ni corto ni perezoso, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolidad, calificaba a Esperanza Aguirre de cristianofascista.
Pues bien, lo dicho, la presidenta de la comunidad de Madrid, lo lee, se lee calificada como "cristianofascista" y se sienta en su sillón de piel (no me la imagino en menos), se lo piensa y escribe una réplica a dicho diario que, dicho sea de paso mi padre ha comentado más de una vez acerca del periodista y de sus publicaciones en Tánger. Porque ella en lo de cristiana no va a entrar a hacer comentarios, porque atañe a lo personal, pero en lo de fascista... eso, mi querido amigo, eso es ya harina de otro costal. "Quizá para Haro Tecglen, fascista no sea un insulto, pero para mí sí lo es, y de los peores. Yo siempre he sido, y sigo siendo, inequívocamente liberal, que es la ideología que más perturba a los servidores del totalitarismo" -otro día entraré con el término liberal, en el que dabe todo-, aclarado esto entra, a degüello, con el "amigo" Tecglen:
"En cambio, la trayectoria de este señor, que es de todos conocida, le ha permitido, dada su longevidad, escribir sin solución de continuidad a favor de los totalitarismos más nefastos de la historia del siglo XX: en su juventud fue falangista y estuvo a favor del fascismo y del franquismo, y en su larga madurez fue defensor del estalinismo y del comunismo.
Quizá por eso Haro Tecglen se considere un especialista en detectar actitudes fascistas en sus prójimos. Si es así, le reto a que encuentre, en mi ya extensa carrera política, un solo gesto, actitud, declaración o decisión donde yo haya incurrido en alguna posición fascista."
Y no la encontrará, fijo. Que salvo Aznar, que es un poco más cutre, los otros se cuidan mucho de lo que dejan escrito.
Y suspira Esperancita que, ya le ha cogido el gusto al ordenador, a la vida del señor Tecglen y a lo que se tercie pero no quiere seguir escribiendo.
Hace unos días Haro Tecglen publicaba en su columna de El País un artículo en el que hablaba de la muerte de la Shiavo, si la dejan morir de hambre o no, si interviene más o menos Bush... y, ni corto ni perezoso, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolidad, calificaba a Esperanza Aguirre de cristianofascista.
Pues bien, lo dicho, la presidenta de la comunidad de Madrid, lo lee, se lee calificada como "cristianofascista" y se sienta en su sillón de piel (no me la imagino en menos), se lo piensa y escribe una réplica a dicho diario que, dicho sea de paso mi padre ha comentado más de una vez acerca del periodista y de sus publicaciones en Tánger. Porque ella en lo de cristiana no va a entrar a hacer comentarios, porque atañe a lo personal, pero en lo de fascista... eso, mi querido amigo, eso es ya harina de otro costal. "Quizá para Haro Tecglen, fascista no sea un insulto, pero para mí sí lo es, y de los peores. Yo siempre he sido, y sigo siendo, inequívocamente liberal, que es la ideología que más perturba a los servidores del totalitarismo" -otro día entraré con el término liberal, en el que dabe todo-, aclarado esto entra, a degüello, con el "amigo" Tecglen:
"En cambio, la trayectoria de este señor, que es de todos conocida, le ha permitido, dada su longevidad, escribir sin solución de continuidad a favor de los totalitarismos más nefastos de la historia del siglo XX: en su juventud fue falangista y estuvo a favor del fascismo y del franquismo, y en su larga madurez fue defensor del estalinismo y del comunismo.
Quizá por eso Haro Tecglen se considere un especialista en detectar actitudes fascistas en sus prójimos. Si es así, le reto a que encuentre, en mi ya extensa carrera política, un solo gesto, actitud, declaración o decisión donde yo haya incurrido en alguna posición fascista."
Y no la encontrará, fijo. Que salvo Aznar, que es un poco más cutre, los otros se cuidan mucho de lo que dejan escrito.
Y suspira Esperancita que, ya le ha cogido el gusto al ordenador, a la vida del señor Tecglen y a lo que se tercie pero no quiere seguir escribiendo.
2 comentarios
yo -
yo -
el atriculo realmente bueno