El caso es no dejar: ni se puede saltar la frontera física ni la política
Muchos temas para un sólo blog. pero en realidad uno solo: no hagas nada, no te muevas de tu país aunque te estés muriendo de hambre, no plantees cambios en la carta magna aunque creas que debe modificarse. Solo les falta decirnos no penseis; claro que eso, en fin, ya es lo normal, así que poco les preocupa.
Hace pocos minutos que una amiga con la que hablaba por teléfono me ha dicho "te cuelgo, me voy a pegar una ducha porque la realidad me sobrepasa", y eso es lo que está empezando a pasarme a mí también. Desde Madrid se insta a que los socialistas se centren en la aprobación del Estatut -y se relajen, aconsejaría también yo-. Y para ello a vueltas con los "intereses generales" que es un término tan abstracto que no acaba de definir nada de lo que quieren hacer con el texto. Salvo, pero eso lo tienen claro desde el principio, modificar lo económico. ¿Por qué será que nos les preocupa la enmienda que hizo añadir Convergencia acerca de la no-laícidad completa de la escuela en Catalunya? Lo comentaba con otra amiga -catalana, para más señas, y periodista, para rematarlo- desde Catalunya se nos complica mucho hablar en contra del Estatut, o hacer matizaciones desde la izquierda, porque enseguida se nos coloca en el lado del españolismo centralista. Así son las cosas. La tolerancia de la izquierda se vuelve intolerante cuando le haces algún matiz.
Y mientras, más de 300 subsaharianos están siendo conducidos en autobús, esposados, hacinados, sin agua ni comida, hacia un lugar no deteminado al sur del país (el desierto puro y duro) por los marroquíes y aquí no pasa nada. Bueno, sí, Moratinos se queja, claro, como de soslayo y les dice a los marroquíes que les ofrece ayuda. ¡A los marroquíes!: "Marruecos, que ha sido país de tránsito para la inmigración ilegal, se está convirtiendo en país de destino, y hay que darles solidaridad", dice. Y a mí que me sigue pareciendo que son los sobsaharianos los que a lo mejor necesitarían un poco de ayuda... Pero claro, "Marruecos nos está ayudando con la valla, con las pateras". Ese es el quid -que parezco tonta-. Vamos a ayudar a aquelos que nos ayudan. ¡Eso sí que es solidaridad y lo demás son tonterías!
Hace pocos minutos que una amiga con la que hablaba por teléfono me ha dicho "te cuelgo, me voy a pegar una ducha porque la realidad me sobrepasa", y eso es lo que está empezando a pasarme a mí también. Desde Madrid se insta a que los socialistas se centren en la aprobación del Estatut -y se relajen, aconsejaría también yo-. Y para ello a vueltas con los "intereses generales" que es un término tan abstracto que no acaba de definir nada de lo que quieren hacer con el texto. Salvo, pero eso lo tienen claro desde el principio, modificar lo económico. ¿Por qué será que nos les preocupa la enmienda que hizo añadir Convergencia acerca de la no-laícidad completa de la escuela en Catalunya? Lo comentaba con otra amiga -catalana, para más señas, y periodista, para rematarlo- desde Catalunya se nos complica mucho hablar en contra del Estatut, o hacer matizaciones desde la izquierda, porque enseguida se nos coloca en el lado del españolismo centralista. Así son las cosas. La tolerancia de la izquierda se vuelve intolerante cuando le haces algún matiz.
Y mientras, más de 300 subsaharianos están siendo conducidos en autobús, esposados, hacinados, sin agua ni comida, hacia un lugar no deteminado al sur del país (el desierto puro y duro) por los marroquíes y aquí no pasa nada. Bueno, sí, Moratinos se queja, claro, como de soslayo y les dice a los marroquíes que les ofrece ayuda. ¡A los marroquíes!: "Marruecos, que ha sido país de tránsito para la inmigración ilegal, se está convirtiendo en país de destino, y hay que darles solidaridad", dice. Y a mí que me sigue pareciendo que son los sobsaharianos los que a lo mejor necesitarían un poco de ayuda... Pero claro, "Marruecos nos está ayudando con la valla, con las pateras". Ese es el quid -que parezco tonta-. Vamos a ayudar a aquelos que nos ayudan. ¡Eso sí que es solidaridad y lo demás son tonterías!
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Nicolás -