Blogia
Carmen Domingo

¿Mujeres inteligentes?... mejor las llamamos brujas

Hace un par de días una amiga -Laura- me envió un artículo que me viene al pelo ahora que me entero de que a Isabel Coixet le han dado cuatro premios en el Círculo de Escritores Cinematográficos por "La vida secreta de las palabras". Vamos, que me viene como caído del cielo. Y lo releo. Es una entrevista que le hacían en la Contra de La Vanguardia a Rafael Mérida, catedrático Asociado de la Universidad de Puerto Rico, especialista en literatura medieval. Hasta aquí todo bien. Lo interesante venía con la definición -medieval, o no- de bruja: "Brujas, en realidad, eran las mujeres sabias del pueblo, y no lo que nos ha hecho llegar el discurso del poder oficial religioso y político, siempre en manos de los hombres." Mira tú qué bien, qué gusto daban -y dan, porque aún se puede escuchar algún comentario al respecto- salido de la boca de algunos hombres... ¿inseguros?, como poco. Ellos saben que no saben, lo mejor, claro, eliminar a la que sí sabe, o marginarla, o alejarse o señalarla. ¿Alguna de vosotras conoce una mujer que se aleje de un hombre inteligente? Sí, lo sé, pregunta retórica. O sea, no, no conocéis a ninguna. ¿Y hombres? Aquí el resultado es afirmativo. ¿No? Pues eso.

Bueno, bueno. Hasta aquí bien -o mal, para mejor decir-. Pero la entrevista sigue: "Está demostrado que las mujeres tuvieron que ingeniárselas para sustituir su fragilidad física y falta de acceso al poder político mediante otras estrategias. Y decidieron que su estrategia partiera de la inteligencia". Mira tú, como ahora. ¿La diferencia? Ahora no queman a nadie pero... es más sutil, todo es más sutil. Te hacen elegir, o te "no" eligen. En fin, que se lleva mal, eso de encontrarte a alguien delante del sexo opuesto con más capacidad y se la elimina, o se le hace elegir y ser... ¿como hombres?, paciencia.

Me extendería pero no lo voy a hacer, porque como se mezcla la gimnasia con la magnesia, y el feminismo con la igualdad no quiero tener que explicarme innecesariamente. Sólo que, de pronto, pienso en Bachelett, Merckel, Fernández de la Vega... en las diez Premio Nobel de Literatura, en Pilar Miró, Gracia Querejeta o Isabel Coixet... Lucía Etxebarría, Almudena Grandes o Banana Yoshimoto... pienso en nombres que se me ocurren ahora, pero alguna más hay, al menos en la misma proporción que hombres ¿no?, y espero que estén, o hayan estado, acompañadas de hombres para los que "ser bruja" no sea un problema, sino un disfrute (la palabra no es demasiado acertada pero es que no son horas, la verdad). A ver si conseguimos que en el 2006 ser inteligente, ¿bruja?, no sea un defecto, sino una virtud.

0 comentarios