de la boda a israelíes que se desmarcan
Bueno, ya está, ya tenemos princesa reproducible de la que poder "presumir" en bodas y banquetes de todo tipo. Aunque, a decir verdad, y sin querer entrar en porterías que me pierdo, lo mejor esa sensación de que parece que se hubieran conocido a penas dos o tres meses antes y que estaba ahí por... ¿imperativo legal? que ponían los dos en el momento mismo de enlace (que sí, que lo vi, claro).
y mientras, en los medios de comunicación que han dedicado cientos, miles de horas a la boda en cuestión ni amago (salvo en el ABC y en La Razón, pero para ponerlos a parir) ni amago de las contra bodas, de las manis y de las representaciones de la boda real en Madrid. Era previsible. Los únicos que empzaron el reportaje criticando el fasto fueron los de la televisión cubana que sí, se hicieron eco, pero empezaron haciendo un desglose de gastos del bodorrio. ¿Para cuándo un Michael Moore con su flamante "Fahrenheit 9/11" acerca de nuestros queridísimos borbones? (parece mentira pero los norteamericanos siguen siendo mucho más inteligentes que nosotros y acaban consiguiendo películas y directores como Moore) Me temo que estoy exigiendo mucho al talante transgresor de nuestros cineastas.
Se me ocurre ahora, y la verdad es que no sé porqué, es qué pensarán aquellos "graciados" con el aumento del salario mínimo a la vista de flores, luces y banderolas en la capital del estado, se me ocurren otras sugerencias acerca de quiénes más podrían darle un mejor uso al gasto de la boda, pero no sé a qué viene esto. País!!, que diría Forges.
Y mientras, ¡todos no podían ser igual!, en Israel, empiezan a salir voces discordantes cada vez más autorizadas. En este caso ha sido el ministro de justicia de Israel, Yosef Lapid, viendo las imágenes de una anciana palestina buscando medicamentos entre los escombros se acordó de su abuela, víctima, junto con su familia, de los horrores nazis en Hungría. Esperemos que sea el principio de una serie de "desmarques".
y mientras, en los medios de comunicación que han dedicado cientos, miles de horas a la boda en cuestión ni amago (salvo en el ABC y en La Razón, pero para ponerlos a parir) ni amago de las contra bodas, de las manis y de las representaciones de la boda real en Madrid. Era previsible. Los únicos que empzaron el reportaje criticando el fasto fueron los de la televisión cubana que sí, se hicieron eco, pero empezaron haciendo un desglose de gastos del bodorrio. ¿Para cuándo un Michael Moore con su flamante "Fahrenheit 9/11" acerca de nuestros queridísimos borbones? (parece mentira pero los norteamericanos siguen siendo mucho más inteligentes que nosotros y acaban consiguiendo películas y directores como Moore) Me temo que estoy exigiendo mucho al talante transgresor de nuestros cineastas.
Se me ocurre ahora, y la verdad es que no sé porqué, es qué pensarán aquellos "graciados" con el aumento del salario mínimo a la vista de flores, luces y banderolas en la capital del estado, se me ocurren otras sugerencias acerca de quiénes más podrían darle un mejor uso al gasto de la boda, pero no sé a qué viene esto. País!!, que diría Forges.
Y mientras, ¡todos no podían ser igual!, en Israel, empiezan a salir voces discordantes cada vez más autorizadas. En este caso ha sido el ministro de justicia de Israel, Yosef Lapid, viendo las imágenes de una anciana palestina buscando medicamentos entre los escombros se acordó de su abuela, víctima, junto con su familia, de los horrores nazis en Hungría. Esperemos que sea el principio de una serie de "desmarques".
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