Lo juro, el debate de hoy en Antena 3 es el último que me trago
Si es que no puedo evitarlo, aunque quiera, me dicen que hay una debate entre Borrell y Mayor Oreja y no soy capaz de hacer oídos sordos y me planto frente a la tele y eso que hoy han decidido que no hay más que dos partidos que se presentan (lo que es alucinante, claro) y que caso de haber otros candidatos no cuentan. En fin... a lo que iba. El pre-debate me ha fascinado, voy a ser sincera. Matías Prats, con esa cara de no haber roto un plato, nos ha contado cómo se midió el primer debate que allá por el 96 tuvieron Aznar y González, un ejemplo de democracia, medido al centímetro incluso la separación entre mesas de los dos candidatos y los minutos por cabeza. Sólo se olvidaron, ya veis, de quién empezaba el debate, pequeño detalle. En fin. En el de hoy poco más o menos, con firma, incluso, ante notario de los minutos que tiene cada candidato y de dónde tienen que colocarse. La periodista, poco afortunada, ha dicho que ella sólo moderaba, que no intervendría, que era la representación femenina (flaco favor!!!!!!).
De todos modos, si os soy sinceraa, he durado poco, muy poco. El principio cuando va Mayor Oreja y le dice a Borrell que no puede ser candidato de nadie porque tuvo que dejar de ser el candidato socialista por corrupción. ¿Me callo, lo omito, o entro al trapo? Y eso, bien lo sabe Dios (a pesar de ser yo una atea de tomo y lomo) que los socialistas no son santo de mi devoción, pero esto es que es de un cutre que asusta "señor" Oreja. Primero, porque menos mal que el señor Borrell no ha tenido a bien hacer un repaso de antecedentes políticos en su partido -que le hubiera ganado por goleada-, y en segundo lugar, porque lo de los de HAcienda era algo sabido que a alguien le fue bien sacar en ese momento para cargarse al señor Borrell (me temo que por el "grave" defecto de ser catalán) y eliminarlo de las primarias de su mismo partido a favor del señor Almunia (con muchos más apoyos entre los barones socialistas) que luego hizo el papel que hizo, pero bueno.
Total, que con este comienzo del debate tan cutre, y temiéndome que el tripartito catalán podía ser la segunda aprte del mismo he decidido que pasaba. Que me ponía a leer un libro que acaba de publicarse "Abecedario (subjetivo) de la globalización" (Seix Barral), que tenía mejor pinta, y he acertado. Os dejo con una reflexión que a mí me ha dejado bastante preocupada: "Si un gobierno democráticamente elegido quisiera realizar una política favorable al crecimiento y al empleo, dispuesto a recortar las ganancias y a tolerar una ligera subida de la inflacción, los inversores sancionaríam inmediatamente al país en cuestión, sea atacando su moneda, sea vendiendo masivamente los títulos de sus empresas. Esta brutal reacción provocaría una crisis financiera y haría imposible la aplicación de esa política democráticamente deseada por los ciudadanos."
De todos modos, si os soy sinceraa, he durado poco, muy poco. El principio cuando va Mayor Oreja y le dice a Borrell que no puede ser candidato de nadie porque tuvo que dejar de ser el candidato socialista por corrupción. ¿Me callo, lo omito, o entro al trapo? Y eso, bien lo sabe Dios (a pesar de ser yo una atea de tomo y lomo) que los socialistas no son santo de mi devoción, pero esto es que es de un cutre que asusta "señor" Oreja. Primero, porque menos mal que el señor Borrell no ha tenido a bien hacer un repaso de antecedentes políticos en su partido -que le hubiera ganado por goleada-, y en segundo lugar, porque lo de los de HAcienda era algo sabido que a alguien le fue bien sacar en ese momento para cargarse al señor Borrell (me temo que por el "grave" defecto de ser catalán) y eliminarlo de las primarias de su mismo partido a favor del señor Almunia (con muchos más apoyos entre los barones socialistas) que luego hizo el papel que hizo, pero bueno.
Total, que con este comienzo del debate tan cutre, y temiéndome que el tripartito catalán podía ser la segunda aprte del mismo he decidido que pasaba. Que me ponía a leer un libro que acaba de publicarse "Abecedario (subjetivo) de la globalización" (Seix Barral), que tenía mejor pinta, y he acertado. Os dejo con una reflexión que a mí me ha dejado bastante preocupada: "Si un gobierno democráticamente elegido quisiera realizar una política favorable al crecimiento y al empleo, dispuesto a recortar las ganancias y a tolerar una ligera subida de la inflacción, los inversores sancionaríam inmediatamente al país en cuestión, sea atacando su moneda, sea vendiendo masivamente los títulos de sus empresas. Esta brutal reacción provocaría una crisis financiera y haría imposible la aplicación de esa política democráticamente deseada por los ciudadanos."
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