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Carmen Domingo

Mira que soy fiel a las teorías de la conspiración, pero...

Ayer me quedé viendo el reportaje de Tele Cinco que hacía Mercedes Milá sobre las copias -sí, de esos de investigación-. Copias de CD, copias de ropa, de bolsos, de DVD... se le olvidó comentar (quizás ni el equipo de documentalistas, ni Mercedes Milá lo recuerden) que el último libro de García Marquez salió antes en pirata que en edición legal, pero eso al ser libros... A lo que iba.

Sí, qué mal rollo de reportaje, paquistaníes en la calle vendiendo CD y DVD, norteafricanos haciendo lo propio, centro africanos vendiendo bolsos y monederos... ah, y se me olvidaba, gitanos vendiendo copias de ropa, claro, los que faltaban. Diría que hasta aquí todo normal, ¡resulta que no hay ni un sólo "español de esos de verdad" que venda nada que no se deba, mira tú qué bien. ¡Diez puntos para producción y para la España ¿pluri?nacional! ¿No será que precisamente los que controlan las mafias que contratan a sin papeles?
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"No", diría Mercedes quien, por aquello de rizar el rizo, y porque la forma más fácil de concienciarnos a no hacer algo que está mal, que prejudica económicamente a las multinacionales, es meternos miedo: Los que controlan las mafias que venden copias son, nada más y nada menos, que los mismo que dirigen las redes del terrorismo internacional. Ahí es na.

Cómo logra que entremos en pánico pensando que cada vez que compremos una copia estamos financiando, pongo por caso, el próximo atentado tipo 11M. Bien sencillo. Dejando que hablen los perjudicados: productores, cantantes (que no son capaces de hablar sin faltas de ortografía, que ya es complicado, pero sí de acusar a los malos), diseñadores... En fin, todos los que, más allá de los cuerpos de seguridad del estado, saben quién es el culpable de que pierdan algo de sus ingresos.

No digo yo que no esté mal comprar copias, que lo está. Pero también estaría bien, Mercedes, que en el mismo reportaje hubieras dado datos de beneficios reales de las discográficas cuando venden un CD. Cuánto le llega a un cantante, cuánto le llega a los músicos, cuánto... y qué beneficios netos obtienes. No sé, más que nada para intentar lo que Alaska intentó en su momento que es vamos a vender a 10 euros los originales, que ya salimos ganando, y así nadie comprará piratas. ¿No crees que está bien igualar robos? Y más aún, si me apuras también estaría bien que lo hicieras con bolsos, camisetas y relojes de 6000 euros de los que pusiste en las imágenes. Aunque, bien pensado, ¿Crees que alguien que compra una copia de un Rolex es, de verdad, un cliente menos para la casa Rolex? Porque yo diría que los tiros no van por ahí. Claro, que igual me equivoco.

3 comentarios

Nicolás -

No vi el reportaje del que hablas (no tengo tele) pero quería decir que me parece muy paradójico que esos artistas que se han pasado la vida desgañitándose contra las injusticias del capitalismo sean los mismos que, cuando les toca a ellos, se parten la camisa defendiendo a sus empresas y a sus riquísimos propietarios y accionistas... justificando su defensa con los puestos de trabajo de los que menos cobran.
Que apuesten por otros medios de difusión de las obras culturales, que los podría haber gracias a las nuevas tecnologías.

pedrito rico -

Que viva España!

inma -

Domingo, Domingo... te tengo que presentar a Eleonor Pothelet, del Musée de la Contrafaçon de París. Mientras veía a la Milà, me parecía estar en el museo escuchándola a ella... Todo lo que dijo la Milà lo oí ya allí, y hay cosas muy ciertas, pero con lo que me quedo es con lo de la tomadura de pelo cuando pagamos lo que pagamos por una marca... EL hombre y la distinción, dos conceptos inseparables y fácilmente manipulables. Por cierto... ¿sabes que los ricos no pagan caro? Faltaría más: los tontos somos los otros. Besos.