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Carmen Domingo

Cuba y mis buenas intenciones

Se lo prometí a Lidia. Iba a escribir, a partir de ahora, procurando hablar sólo de las cosas que me parecían bien, o que me gustaban... vamos, que por unas semanas (no para siempre) intentaría opinar en positivo y no criticar sin parar. Y la verdad es que creí que iba a conseguirlo, he ido al cine a ver "Mi hermano es hijo único" y -sin que sirva de precedente- me ha gustado, la he encontrado entretenida y original, o sea ¡una película recomendable! Quizás no pasará a la historia del cine, pero está muy por encima de muchas de las de nuestro cine patrio que se promocionan continuamente -y sé lo que me digo que me estoy viendo muchas de los Goya-. En fin, una película de esas que hacen pensar cómo está el panorama del cine comercial que justo las películas interesantes tienen menos repercusión y nos atiborran de publicidad de las que tienen menos calidad.

Estoy empezando a leer "Mil soles espléndidos" me está resultando curiosa, entretenida, tiene una buena traducción y me acerca a la realidad afgana de una forma que me hace interesarme por una realidad bastante -por suerte- alejada de la mía. O sea, otra cosa positiva.

En fin, opinar sobre cosas que veo u oigo y me gustan, en lugar de centrarme en la crítica. Pero no podía ser y a la tercera ha ido la vencida. De pronto leo una noticia hace un rato en la que explican que diez catalanas han sido detenidas en Cuba. ¡Ay!, pienso de inmediato, no tenemos bastante con que el principito salude sólo protocolariamente a Chávez (con lo sano que es pedir perdón cunado uno se equivoca, y, sobre todo, lo que juega a tu favor) que ya tenemos a Castro.

Pero veamos por dónde van los tiros.

Bien sencillo, resulta que diez catalanas pertenecientes a las Juventudes de Convergencia Democrática de Catalunya -aliadas tradicionales del PP en todas aquellas elecciones que no han sido favorables a ellos- han tenido a bien irse hacia Cuba a quejarse. A quejarse de qué, me pregunto, pues junto a un grupo de familiares de presos políticos. ¡Acabáramos! Y de inmediato imagino -digo que imagino pero no lo sé seguro-, que estas mismas señoritas se manifestaron en su momento en Chile contra Pinochet, han ido a Marruecos en numerosas ocasiones para lo mismo, o se ponen en la puerta de la Zarzuela cada vez que invitamos a la familia Real Saudí a pan y cuchillo para quejarse de su régimen. Imagino, digo, porque sería lo suyo, y mucho más necesario que ir a quejarse a Cuba.

Pues no, me temo que no, y lo peor, deben ser de esas familias que han decidido que la Ley de Memoria Histórica remueve en este país cosas que ya están olvidadas, ay.

volvemos a la andadas, "nuestras colonias" siguen siendo nuestras. ¿Pero qué le pasa a todo el mundo? ¿No les han enseñado a respetar? O, al menos, a juzgar a todo el mismo con el mismo rasero. Porque ya lo estoy viendo, ahora va a resultar que hacemos un ppack ideológico entre cuba y Venezuela, y nos espera una buena temporada de artículos de opinión contra las "dictaduras" caribeñas.

Pues, si se puede, que con mis impuestos no las repatríen, que, ya que están ahí, bien podrían quedarse una temporada, seguro que hay más de un trabajo social al que dedicar el tiempo libre. Y una pregunta ¿qué pasaría si un grupo de cubanos viniera a manifestarse en apoyo de ANV?

 

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