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Carmen Domingo

De Castro al anteproyecto de Ley de la Memoria Histórica

El otro día Fidel Castro, en la Cumbre del Mercosur, se reía cuando comentaba "Según algunos medios de comunicación me muero todos los días" y añadió "Tengo menos de la décima parte de la edad de Matusalén pero ahora con Internet tu puedes tener toda la información del mundo en tu casa... En la época de Matusalén no sé si había palomas mensajeras". Lo comentaba sano, claro, y desde la distancia que supongo debe tener, acostumbrado a que desde EEUU se dediquen a lanzar todo tipo de bulas no sólo sobre Cuba, sino sobre su persona y que muchos países se sumen a ellas. No toca dar demasiada cancha a la Cumbre que ha tenido lugar estos días en Argentina, los medios de comunicación españoles tienen otros intereses, a veces no interesa hablar mucho sobre lo que parece que es una alianza que -sin prisa pero sin pausa- está teniendo lugar en Latinoamérica y que seguro que no convence a los intereses norteamericanos pero que a mí me gusta.

Y yo de fondo estoy viendo un reportaje de los cientos que han hecho, con mayor o menor fortuna unos que otros sobre la guerra civil (muy, muy flojo el otro día uno en la Sexta sobre las mujeres del 36, no sólo por un guión más que dudable, sino también porque la documentación histórica y la información que daban sobre la participación de las mujeres en la guerra y la inmediata posguerra era bien escasa) el mismo día que he leído que en la Ley de Memoria Histórica que se prepara no se contemplan los juicios sumarísimos , los consejos de guerra. Por lo visto, el viernes, María Teresa Fernández de la Vega dijo que "anteproyecto no prevé incluir la revisión de los los juicios sumarísimos, ya que después de una larga consulta jurídica se considera que la doctrina del Tribunal Constitucional lo desaconseja". Mira tú por dónde.

De hecho, por el momento, el anteproyecto de ley será un poco escaso, porque abarcará un periodo aproximado del 1968 a 1976 y serviría para compensar también económicamente casos como la de los cinco trabajadores muertos en Vitoria en 1976 o los carlistas asesinados en Montejurra (Navarra). Tienen miedo, parece, que desde el PP se enfanden. ¿Enfaden?, sí, enfaden. Vaya hombre, a ver si ahora va a resultar que los señores del PP son franquistas, y ellos que insisten tanto en que son el centro democrático de España. Ahora sí que ya no entiendo nada.

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