Blogia
Carmen Domingo

Los Goyas y sus ropajes

Podría empezar diciendo que a mí me ha encantado la peli de Isabel Coixet, pero ya lo sabe todo el mundo;que me estoy leyendo el guión y también me está gustando mucho, pero eso tampoco es una novedad; podría empezar con eso y con que creo que sus Goya son más que merecidos. Claro que también podría añadir en la lista otras pelis que me han gustado tanto como esa -"Habana Blues", un otro ejemplo y que a lo mejor no se las han mirado con tan buenos ojos y no han sido nominadas como debían-. Pero me parece a mí que, puestos a hablar de la gala de los Goya casi que -y a los comentarios que he oído, visto o recibido hoy- podría centrame sólo en la sosez de la puesta en escena. Salvo los memorables fragmentos de Fernando Fernán Gómez, que no sé cómo no estaba nominado a mejor secundario, por "Para que no me olvides", poco más se salvaba de las más de cuatro horas. Bueno, se salvó Santiago Segura: "A pesar de que me han ignorado totalmente en las nominaciones, he venido a entregar un premio. Me podía haber quedado en casa viendo nevar, pero no". Eso sí que es reírse de todo el mundo y lo demás son tonterías.

Pues bien, como hoy tengo el día tonto, como el tiempo, me centro en los trajes, vestidos, vestuarios varios que fuimos viendo a lo largo de la gala de ayer, que también dan un par de dolores de cabeza.

Cinco comentarios concretos para que os hagáis una idea:

- Un hurra por el arriesgue de la ministra de Cultura y su vestido Ágatha Ruiz de la Prada. No sé si es el cuerpo más adecuado para lucirlo, pero se sumo a la apuesta por el diseño español y sus colores, que a los diseñadores lánguidos ya los lucían las actrices.

- Un aplauso por el David Delfín de Óscar Jaenada. Qué gran idea la chaqueta con manga corta.

- Una pregunta que me inquieta ¿quién eligió el vestuario de Concha Velasco? ¿Puede ser una imagen de la princesa Leia de mayor?

- Un viva por el vestido, creo que de Cavalli, elegido por Candela Peña que siempre tiene un toque diferente del resto de las actrices.

- Un ole por el Stella McCartney para H&M de Isabel Coixet, la prueba más evidente de que no hace falta gastarse mucho dinero para ir a saraos del cine, basta con tener ideas.

Y ya no más, paso de Goya Toledo y su estética rancia -muchos dicen que elegante-, de los vestidos de la mayoría de actrices que presentaban premio (alguien veía algo más que negro en los planos generales?), de la sosez de las corbatas... en fin. Y un resumen, Marisa Paredes sigue siendo la única diva, Aitana la más elegante, la Sampietro la que sabe mejor mantenerse con la edad, y Carmen Maura sigue siendo la del rojo eterno, aunque tenga que alargase la falda.

Ah!, dos últimas preguntas ¿podemos recuperar a la Sardá para la gala? ganamos todos seguro.

Y ¿puede alguien explicarme, porque no estoy muy ducha en asuntos académicos, por qué no enviamos "La vida secreta de las palabras" a los Oscar si es la que los académicos han votado como mejor película? ¿O sea, por si no ha quedado clara la pregunta, cómo es que enviamos a "Obaba" a los Oscar? Es más, cómo de las diez nominaciones sólo se ha llevado una? Se me escapan cosas, está claro.

4 comentarios

Carmen -

Anda! a lo mejor tienes razón, no lo había pensado. A ver si lo pregunto.

Mercedes -

Creo que no puede la pelicula de Coixet competir en los Oscar a menos que lo hiciera en la categoría general porque si mal no recuerdo la otra es "Mejor película en lengua extranjera". De todas formas coincido en que lo de Obaba es un papelón.

Luis -

Me parece que la diferencia de ropa también sirve para la diferencia de películas. Coixet no es de mis directoras favoritas, pero no es difícil que Coixet ganara cuando los opositores eran tan flojos.

Ana -

Carmen, me río mucho con tus comentarios y coincido la mayoría de veces contigo. Imagino que no lees el ABC, pero me pareció curioso el comentario que hicieron de la ropa, "diré que Coixet era de todos los directores nominados la más elegante, la que iba vestida para la ocasión. Claro, que la cosa no es difícil cuando te toca competir con Montxo Armendáriz, Alberto Rodríguez y Benito Zambrano, que son como el frente proletario del prêt à porter".