Más vale tarde que nunca: Ya tenemos reconocimiento a la Memoria histórica
Sorprende que en este país nuestro se haya tardado tanto, tanto, en elaborar y aprobar que este año sea el Año de la Memoria Histórica. Pero al final las Cortes han presentado el anunciado informe sobre la situación de las víctimas de la guerra civil y del franquismo, con intención de llevar a cabo, ahora sí, una revisión de nuestro pasado reciente y una reivindicación de las víctimas.
Esta iniciativa parlamentaria se propone llevar a término una serie de medidas orientadas a la recuperación y reivindicación de una parte muy importante de nuestra más reciente memoria histórica: la de la guerra civil y, sobre todo, y mucho más importante si cabe, de todas sus trágicas consecuencias. O sea, la brutal dictadura que perpetuó el drama del conflicto bélico y del que no se ha hecho una condena explícita ni siquiera más allá del fallecimiento del dictador. Cosas que consensuaron todos nuestros parlamentarios con la excusa de que los ánimos estaban revueltos.
Pero no todo iban a ser parabienes ni unanimidades, claro. Una vez más, el PP ha vuelto a quedarse al margen, al ponerse en contra con su voto negativo a la propuesta presentada por IU-ICV, que ha contado con el voto favorable de 172 diputados y 4 abstenciones de ERC -aquí ya no voy a entrar, porque parece que ahora lo que les pone políticamente a los de esquerra es abstenerse o votar nulo, todo les parece insuficiente, bueno-. Y aquí sí, todos a una, los 131 diputados del PP han sido los que han votado en contra de la propuesta, a la que intentaron enmendar con otra que pretendía que 2006 fuese proclamado Año de la Concordia. ¿Concordia? A ver si ahora resulta que el señor ZP lo que tiene que hacer es regalar diccionarios de la DRAE a los parlamentarios peperos, porque parece que entienden con dificultad ese idioma que tanto defienden en público.
La alternativa formulada por el PP intentaba mantener el mismo tono que se ha venido manteniendo desde las instancias derechistas del país desde el fin de la dictadura franquista, a la que jamás se han atrevido a condenar o criticar, o sea perpetuar el silencio y con él el consentimiento y la aprobación de todos los atentados llevados a cabo por los fascistas. Partiendo de la amnistía política -aquella de la transición- han querido convertirla en una suerte de amnesia colectiva que dure in aeternum. Por aquello de que "en el fondo el franquismo no fue tan malo." Miedo dan estas posturas, y os aseguro que estos días me he encontrado a algún periodista que me lo ha dicho así, porque si ya no tenemos claro quién asesinó y sometió a una país a cuarenta años de dictadura lo tenemos complicado para recuperar la memoria.
Convendría también que al mismo tiempo que el señor ZP les regala el diccionario en cuestión, les señale las palabras concordia, diálogo, transición, memoria, terrorismo, y, poco despuúes, que les mande unas cintas con esas grabaciones en las que se les llena la boca de decir que las víctimas del terrorismo de ETA tiene que ser reconocidas. Por aquello de que a lo mejor no entienden el concepto bien y para ellos el terrorismo, como la unidad, o los resultados electorales, son sólo los que decide el PP.
Y puestos a aclarar los términos, se me ocurre que si todavía no existe una "censo" de todos los verdugos que "trabajaron" en España durante cuarenta años, difícil será que se hable de concordia. Las cosas hay que hacerlas en orden y primero hay que reconocer a un régimen asesino, y reconocer a sus víctimas, y luego ya pensar en la concordia. O sea, no se puede establecer concordia sin memoria.
Y para esta árdua labor de defensa de la dictadura sale a la palestra un nuevo diputado del PP, el señor Manuel Atencia, quien justificó el porqué de los votos en contra el PP -familiares implicados de muchos de los diputadfos a parte, se entiende-. Según él, entrar en el reconocimiento de la Memoria Histórica es “contrario al pacto constitucional, [estas iniciativas] intentan imponer una verdad oficial, tratan de revisar la transición democrática, dividen a los españoles y reabren viejas heridas”. No deja de ser curioso que desde el PP, que lleva años dividiendo a los españoles, reabriendo viejas heridas, remontándose a consignas del año 34 se cuestione “una verdad oficial”, cuando en España la única “verdad oficial” sobre la guerra civil y sobre el franquismo sigue siendo casi la misma que se nos impuso durante la dictadura, o sea, muchos de los padres y de los abuelos de los que hoy son digirentes del PP.